El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció el problema generalizado de la corrupción inmobiliaria en Puerto Vallarta y en otras partes del país. El mandatario instó a los municipios a ejercer un mayor control sobre los proyectos de desarrollo y a priorizar la preservación de los paisajes naturales, esenciales para el turismo.

López Obrador subrayó que los «cárteles inmobiliarios» no son exclusivos de áreas destacadas como Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón en la Ciudad de México, sino que representan una preocupación a nivel nacional. El presidente insistió en la necesidad de continuar denunciando y combatiendo la corrupción en el sector inmobiliario, describiéndola como una problemática extendida por todo el país. Expresó su frustración ante la influencia de estos cárteles, citando experiencias personales en Veracruz, donde presenció desarrollos no autorizados y antiestéticos como el edificio Torre Centro en el Centro Histórico del Puerto de Veracruz.

El presidente destacó la prevalencia de este tipo de corrupción en Quintana Roo y Puerto Vallarta, Jalisco, aunque admitió que su administración no tendría tiempo suficiente para establecer planes de desarrollo integrales para todos los municipios antes del fin de su mandato. Indicó que abordar estos problemas sería un desafío continuo para las administraciones futuras.